Origen y evolución de la agricultura
1. Origen de la
agricultura. En principio la humanidad vivía de la pesca, cacería y recolección
de frutos, pero hace alrededor de 10,000 años el hombre comenzó a cultivar la
tierra, porque lo que se venía haciendo no era suficiente para alimentar la
población que iba creciendo.
El inicio de la
agricultura fue en el Medio Oriente y el Mediterráneo. Las investigaciones
revelan que el trigo y la cebada comenzaron a cultivarse en Siria, incluyendo
la Mesopotamia entre los ríos Tigre y Éufrates y se extendía, pasando por el
Líbano e Israel hasta el Valle del Nilo, según las pruebas a carbón 14.
En el Antiguo Testamento,
en el génesis, hay un pasaje donde José, hijo de Jacob, fue vendido por sus
hermanos a unos mercaderes, quienes lo negociaron a un egipcio. El Faraón tuvo
un sueño sobre 7 vacas flacas y 7 gordas, José, que era inteligente supo armar
el sueño; entonces el Faraón lo nombró jefe de producción, comenzando así el
almacenamiento en silos.
El trigo era el alimento
básico en esa época, pero se presentó una gran hambruna en el Medio Oriente,
llegando así los judíos a Egipto. Del Mediterráneo pasó a Europa, que en esa
época estaba dominada por los celtas.
En Asia, China comenzó a
producirse arroz y soya. En América se inició la explotación agrícola en
Mesoamérica en los pueblos Aztecas y Mayas; sembrando maíz, frijoles, cacao,
yuca, piña, y los Incas con las papas.
Así comenzó el desarrollo
de la agricultura, que tuvo su gran impulso con el desarrollo del arado de
vertedera, tirado por caballos y bueyes, a finales del siglo XIX. Se podría
afirmar que es la actividad económica más antigua y seguirá vigente hasta que
exista el mundo.
Con el descubrimiento de
América se conocieron nuevos horizontes, con los nuevos productos a Europa,
como el cacao, maíz, tabaco, frijoles, piña, papaya, aguacate, etcétera.
2. Evolución de la
agricultura. El desarrollo tecnológico ha sido lento al agro, pero constante.
Las tecnologías e innovaciones son la base de la agricultura moderna. Así se
echó a un lado la teoría Maltusiana, la cual indica que la población crece en
forma geométrica y la agricultura de manera aritmética.
El desarrollo tecnológico
en EEUU y Europa y la teoría de Adam Smith con la ventaja absoluta, y David
Ricardo con las ventajas comparativas, contribuyeron para que hoy se hable de
alta productividad; fortalecidas estas teorías con las ventajas competitivas
del Dr. Michael Porter de la Universidad de Harvard.
Según el sabio romano
Marco Tulio Cicerón “La agricultura es la profesión propia del sabio, la más
adecuada al ignorante y la ocupación más digna para todo hombre libre”.
De acuerdo a los niveles de producción:
·
De subsistencia: en este caso, las
actividades de cultivo se limitan a obtener alimentos para el consumo acotado,
es decir, para aquel que sea el propietario de la tierra, y su familia. Esto
significa que los niveles de producción son bajos, ya sea porque el terreno es
pequeño, o bien, porque no se cuente con la suficiente tecnología o mano de
obra como para incrementar la producción. En algunos casos, de todas formas,
puede ocurrir que se cultive algo más de lo que se consuma, lo que permite
intercambiar el excedente por otros productos de primera necesidad o bien,
venderlos. Esto siempre dependerá del clima, por lo que resulta difícil de
prever y puede variar de año en año. Los productores de esta modalidad se
limitan al cultivo de varias frutas y verduras que sean estacionales o de ciclo
corto.
·
Industrializada: en este caso, a
diferencia del anterior, la producción de cultivos resulta masiva, puesto que
el principal objetivo de los propietarios es la comercialización a fin de
obtener ganancias. Para que esto sea rentable, es necesario limitar la
producción a un único producto, o a unos pocos, por lo que se suele hablar de
“monoproductores”. Esta forma de practicar la agricultura requiere inversiones
importantes, mano de obra especializada, tecnología de avanzada y grandes
extensiones de tierra. Además de esto, se debe contar con una logística que se
encargue de distribuir los productos, para que así estos no se echen a perder,
y de lugares donde se puedan almacenar previamente.
De acuerdo al uso del agua que se haga:
·
De regadío: esta variante dentro de
la agricultura se caracteriza por
hacer uso de un sistema de riego que le suministre el agua necesaria para que
los vegetales se desarrollen de manera adecuada y así garantizar la
rentabilidad de la producción. Los sistemas de riesgo suelen ser muy costosos,
por lo que este tipo de agricultura implica importantes inversiones en
tecnología, energía, mano de obra especializada y mantenimiento. Algunos de los
sistemas de riego más utilizados son: por aspersión, por canales, por drenaje,
riego localizado, por surcos o bien, por inundación. Ésta última es la más
utilizada de todas por su eficiencia y porque no se ubica dentro de las más
costosas. De todas formas, el riego por aspersión está volviéndose cada vez una
opción más elegida por los productores puesto que, si bien resulta bastante
costosa, es sumamente eficiente.
·
De secano: en este caso, los
productores no instalan ni se valen de ningún sistema de riego, como ocurre en
la práctica anterior. A diferencia de esto, los productores dependen de la
lluvia para el riego de sus plantaciones. En algunos casos, esta variante es
algo arriesgada puesto que existe la posibilidad de padecer largos períodos de
sequía que pueden perjudicar o incluso arruinar una cosecha. De todas formas,
en ciertos cultivos, como el de cereales, uvas, hortícolas, frutas o legumbres,
la lluvia es la mejor opción para su correcto desarrollo.
Tomando en cuenta el rendimiento que espere el productor, se identifican las
siguientes variantes:
·
Extensiva: en este caso, los
productores intentan respetar al máximo las condiciones naturales en las que se
desarrollan los vegetales. En este intento de respetar dichas condiciones, se
deja de lado la maximización de la producción en el corto plazo. Por lo
general, esta agricultura se desarrolla en extensiones de tierras
significativas y alejadas de las zonas urbanas. Por sus cualidades, la
agricultura extensiva suele ser menos costosa que otras variantes, ya que no
requiere demasiada tecnología, mano de obra ni energía. Además de esto, el
territorio en el que se desarrolla suele ser económico, lo que lo vuelve una
opción atractiva para los productores. Otro detalle importante es que no se
hace uso de productos químicos para el desarrollo de los vegetales, por lo que
algunos especialistas la consideran una actividad ecológica, cuyos productos
son de elevada calidad.
·
Intensiva: esta variante, en
cambio, busca intensificar al máximo el uso de todos los recursos que se
requieren para poder llevar adelante el cultivo de los vegetales. Esto incluye
el suelo, la mano de obra, la tecnología, la capitalización y los insumos. El
objetivo de estos productores es destinar sus cultivos a las zonas urbanas para
que allí sean vendidas, por lo que sus terrenos se ubican cerca de las mismas.
Esto hace que se deba maximizar el suelo para así producir cantidades
significativas en un espacio acotado. Su objetivo hace que muchas veces los
productores se limiten a cultivar un único producto, por lo que suelen ser
denominados “monoproductores”. Para que todo esto sea posible, la tierra en la
que se desempeñe la producción debe ser rica en nutrientes, para que sea
rendidora. Esto hace que los suelos que se usen sean bastante más costosos que
los que se requiere en la agricultura extensiva. Sumado a esto, la agricultura
intensiva precisa enormes cantidades de energía, lo que también encarece los
costos. Lo mismo ocurre con la mano de obra, puesto que es necesario un gran
número de personas con conocimientos técnicos. La utilización de químicos y
plaguicidas es otra constante en este tipo de agricultura, lo que aleja a esta
actividad de ser catalogada como ecológica.
Por último, de acuerdo a su tratamiento, la agricultura puede ser clasificada de
la siguiente manera:
·
Ecológica: en este caso, los productores no hacen uso de químicos, plaguicidas, abono
ni ninguna otra sustancia que modifique las propiedades naturales de los
vegetales que se cultivan. Además, de esto, la agricultura ecológica se caracteriza
por no contaminar ni perjudicar al medioambiente. Esta actividad se define por
precisar poca inversión inicial, sino que se vale del uso intensivo de la mano
de obra, lo que la vuelve una opción económica. Algo a lo que aspiran los
productores es a no agotar los nutrientes del suelo, por lo que el reciclaje de
los desechos orgánicos se vuelve una práctica muy común.
·
Permacultura: esta práctica se
caracteriza por tener entre sus principales prioridades el cuidado y
preservación del medioambiente ya que se tienen en cuenta las generaciones
futuras. Para esto, se hace un uso responsable de la energía, el diseño de los
paisajes, a la par de la producción de los alimentos. En la permacultura, la
ética es fundamental y ésta persigue tres principios, que son limitar la
producción y el número de habitantes por terreno, cuidar a los seres humanos y
proteger al suelo. Una constante en la permacultura es utilizar la menor
cantidad de energía posible y reciclar todos los residuos orgánicos que se
pueda.
·
Sinérgica: esta variante es
considerada un complemento de la permacultura que busca sanar los daños
ocasionados por la utilización de sintéticos y químicos comúnmente utilizados
en las actividades agrícolas. Para ello, se intenta mantener el suelo con sus
nutrientes naturales y en un “estado salvaje”, lo cual es posible cumpliendo
los siguientes puntos: el suelo no debe ser comprimido; no se debe hacer uso de
ningún químico; la tierra debe autofertilizarse, por lo que tampoco se recurre
al uso de abono para la fertilización y, por último, la tierra no debe ser
arada.
·
Biodinámica: los agricultores que
aplican esta práctica interpretan al suelo en donde cultivan como un sistema
complejo. Esto significa que consideran la existencia de un desarrollo
equilibrado e interrelacionado entre el suelo, los vegetales y los animales que
forman parte de un mismo hábitat. A raíz de esto, se interpreta que existe una
autonutrición entre sus miembros, en la que es prácticamente innecesaria la
intervención de la mano de obra del hombre para su desarrollo. Es por esto que
se aspira a la ausencia del ser humano en el proceso, siempre que esto sea
posible. Lo que sí utilizan los productores es abono, aunque se trata de uno
orgánico, compuesto por distintas hierbas y troncos.
·
Bosque de alimentos: en este caso, se buscan
producir alimentos agroforestales que requieran poco mantenimiento. En estos se
cultivan árboles de frutos secos, arbustos, árboles frutales, enredaderas y
vegetales perennes, entre otras opciones. Con el objetivo de convertir al
terreno en boscoso, se suele realizar una siembra intercalada para que se
generen varias capas que sean sucesivas entre sí.