domingo, 14 de agosto de 2016

SABANAS Y TIPOS DE SABANAS

 UNIVERSIDAD TÉCNICA DE BABAHOYO
FACIAG
¿EXISTE EN EL ECUADOR LA SABANA?
Si   ( x ) correcta 
No (    )
¿DÓNDE, CÓMO SE LLAMA Y QUE CARACTERÍSTICAS TIENEN ESTA SABANA?
SABANA Y BOSQUE DECIDUO

La sabana se ubica en las extensas áreas de las tierras bajas de Ecuador, en el sector occidental de la Región Litoral. Tiene una precipitación entre 800 a 1200 mm. El bosque deciduo -cuyos árboles pierden sus hojas en la estación seca- está en la misma zona, pero en los cerros rocosos y con suelos poco profundos. El ser humano ha introducido nuevas especies vegetales que no permiten observar las plantas nativas de esta vegetación. Estudios demuestran que existe este tipo de vegetación en el Parque Nacional Machalilla.
Los humedales de La Sabana son parte de la convergencia de los ríos Carrizal (Tos agua) y río Chone (Chone) el cual siempre a funcionado como un estabilizador natural. En las épocas de lluvias el humedal cubre un área de 1742 hectáreas de áreas inundadas. Se está promoviendo un proyecto para resaltar los atractivos turísticos existentes en los humedales y que sus habitantes se organicen en una asociación de guías nativos y administradores del área para el uso eco turístico en el que se dispondrá de un centro de interpretación para información eco turístico y para comodidad de los visitantes.
SABANA

INFORMACIÓN Y CARACTERÍSTICAS
Existen distintos tipos de sabanas que varían de acuerdo a la ubicación geográfica. Estas son diferentes en cuanto a la temperatura, suelo y tipo de flora y fauna. También son llamadas praderas tropicales.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA SABANA
Las sabanas están ubicadas en la parte inferior de nuestra tierra. Las principales sabanas de encuentran en el continente africano, aunque también existen sabanas tropicales en América del Sur, Australia y la India.
Las sabanas de Brasil, Colombia y Venezuela ocupan alrededor de 2.5 millones de kilómetros cuadrados, un tamaño que sería equivalente a un cuarto del tamaño de Canadá.
CLASIFICACIÓN DE LA SABANA
Existen distintos tipos de sabana:

SABANA DE LA ZONA INTERTROPICAL. Caracterizada por su suelo seco y poco fértil, así como un clima templado, con sequías en una parte del año y con lluvias en el resto.
SABANA TEMPLADA. Clima húmedo con inviernos fríos y secos acompañados de un suelo fértil.
SABANA MEDITERRÁNEA. Con suelo pobre y muy poca vegetación, ambiente semiárido y con fauna tan característica como las jirafas, leones, elefantes, etc.
SABANA MONTAÑOSA. Con muchas precipitaciones debido a su ubicación en las montañas africanas. Ahí se pueden encontrar gran cantidad de especies endémicas.
CLIMA DE LA SABANA
Las sabanas tropicales están ubicadas en regiones cálidas donde existe lluvia (mayormente en verano) pero también largas temporadas de sequía que conlleva a que se generen incendios naturales.
LA SABANA Y SU FLORA
La vegetación de la Sabana desarrolla diferentes técnicas de resistencia para poder soportar las condiciones climáticas. Estas multiplican sus raíces, almacenan mucha agua, disponen de semillas resistentes o bien, sus raíces tienen un gran desarrollo subterráneo para absorber más nutrientes y líquidos.
Mayormente crecen gramíneas, arbustos, matorrales y muy escasos árboles. Siendo estos últimos muy útiles para grandes felinos como el chita que observa a sus presas desde las alturas.

 LA SABANA Y SU FAUNA
Los animales varían de acuerdo al tipo de sabana, pero generalmente poseen patas largas y muy fuertes en el caso de los mamíferos y amplias alas en el caso de las aves para realizar largos y agotadores recorridos migratorios. En la sabana africana hay más de 40 diferentes especies de mamíferos ungulados.
El tipo de llanura con hierbas bajas es ideal para que los animales depredadores obtengan una amplia visión de sus presas.
Dentro de la sabana se encuentran insectos como los tábanos, un gran número de mamíferos como cebras, ciervos, elefantes, leones, chitas, hipopótamos, leopardos, ñus, etc. y reptiles como el cocodrilo. Existen especies tanto carnívoras como herbívoras que equilibran la cadena alimentaria de este ecosistema; es decir, todos dependen uno del otro para mantener un equilibrio natural.
PAISAJE DE LA SABANA
La sabana nos ofrece un paisaje hermoso con una amplia visión de toda la diversidad de fauna que ahí convive. Los atardeceres son únicos y las puestas de sol pueden disfrutarse en todo su esplendor.
CAZA FURTIVA
Lamentablemente la sabana sufre las consecuencias de la caza descontrolada, lo que provoca que actualmente una gran variedad de especies se encuentren en peligro de extinción, esto para fines de comercio de carne y otras partes corporales utilizadas como materias primas para la elaboración de otros productos (artículos de marfil, zapatos de piel de cocodrilo, etc.).

¿CUÁNTOS TIPOS DE CÉLULAS PUEDE TENER UN TEJIDO?
La célula animal es un organismo heterótrofo ya que obtiene energía por organismos heterótrofos, por lo que no crea su propia energía pero aprovecha de otros.
Curtis (1994) afirma que la agrupación de varias células forma tejidos siendo los más importantes el sanguíneo, muscular, óseo, y nervioso, los cuales forman órganos importantes como el corazón.
De Robertis (1998) afirma que al liberar H2O y O2 un organismo heterótrofo completa el ciclo de energía.
Examinando con el microscopio la sustancia que contribuye los órganos de los animales: piel, músculos, huesos, centros nervios, glándulas, vasos, etc., se nos presenta formada por pequeñas masas, unidades elementales irreductibles, de forma muy diversa, que reciben el nombre de célula.
La palabra célula proviene del latín cellula = pequeña estancia, unidad constitutiva del protoplasma o materia viva; puede constituir por sí sola un individuo o participar junto con otros elementos semejantes, en la formación de organismos más complejos. La teoría celular sostenía que la célula era un elemento estructural constante en todos los seres vivos, desde los protozoos, constituidos por una célula única, hasta los metazoos y matafitos , animales y vegetales pluricelulares. Sin embargo ciertas observaciones han disminuido el valor de esta generalización; se ha visto, por ejemplo, que no sólo no pueden considerarse todos los protozoos como verdaderamente unicelulares, sino que existen organismos vivos carentes de cualquier estructura celular, como los virus filtrables. También las bacterias, aunque muestren algunas notas estructurales cromáticas, no presentan un verdadero y propio núcleo.
La célula típica, libre, suele presentar forma esférica, y esféricas son también las células que flotan en los fluidos. Algunas especies celulares tienen, por el contrario, una forma propia, como los glóbulos rojos ovalados de algunos anfibios y mamíferos, y los glóbulos rojos bicóncavos del hombre.

La forma celular puede variar por la acción recíproca de elementos, formando colonias o tejidos, y depender también de la diferenciación y de la función de las mismas células.

En cuanto a sus dimensiones, casi todas las células son microscópicas: los diámetros máximos varían desde algunas micras hasta algunos centímetros. Existen no obstante ejemplos de células visibles a simple vista: como el huevo de las aves, cuyo volumen está determinado por la enorme acumulación de materiales de reserva. Las dimensiones de las células no varían con las del organismo del que forman parte; por ejemplo, el volumen de las células de la mucosa intestinal del ratón no difiere mucho del de las células análogas del elefante. Constituyen una excepción a esta regla los elementos llamados perennes, como las células nerviosas y musculares.
Algunos animales están constituidos por una sola célula: son los protozoos; otros, por el contrario, están integrados por un número considerable de células asociadas: son los metazoos.
La célula puede definirse como una porción de protoplasma individualizado, dotado de núcleo y de una membrana plasmática, que nace, crece, se reproduce y muere.
Por protoplasma (protos = primero; plasma = formación) se entiende la materia viva fundamental de que se compone el cuerpo de todos los seres orgánicos; se caracteriza por producir en su seno una constante transformación de materia y de energía.

Células y tejidos
Se pueden distinguir aproximadamente 200 tipos diferentes de células en el cuerpo humano, que se suelen clasificar en sólo cuatro tipos de tejidos: epitelial, conectivo -o conjuntivo-, muscular y nervioso.
El cuerpo de un vertebrado, al igual que el de todo organismo multicelular complejo, está constituido por una variedad de células diferentes especializadas. Las células están organizadas en tejidos, que son grupos de células que llevan a cabo una función unificada. Diferentes tipos de tejidos, unidos estructuralmente y coordinados en sus actividades, forman órganos, como el estómago o el corazón. Se pueden distinguir aproximadamente 200 tipos diferentes de células en el cuerpo humano, que se suelen clasificar en sólo cuatro tipos de tejidos: epitelial, conectivo -o conjuntivo-, muscular y nervioso.
El tejido epitelial   constituye una cubierta para el cuerpo y sus cavidades. Los tejidos epiteliales se clasifican de acuerdo con la forma de las células individuales en escamoso, cuboide y columnar o prismático. Pueden estar formados por una sola capa de células (epitelio simple), como el del revestimiento interno del sistema circulatorio, o por varias capas (epitelio estratificado), como el de la capa externa (epidermis) de la piel. Diversas uniones entre células mantienen la integridad del tejido epitelial. (Ver figura 1)
El tejido conectivo   incluye distintos tejidos con propiedades funcionales diversas y con ciertas características comunes. Los tejidos conectivos reúnen, dan apoyo y protegen a los otros tres tipos de tejido.
Las células de los tejidos    conectivos están separadas unas de otras por grandes cantidades de material extracelular que conforman la matriz, que fija y soporta al tejido. La matriz extracelular está formada por polisacáridos y proteínas secretados localmente que forman una intrincada red. La sustancia fundamental, viscosa y amorfa, es el principal componente de la matriz. La matriz también contiene fibras.
Los principales tejidos conectivos, de acuerdo al volumen que ocupan en el cuerpo humano, son: el sanguíneo, el linfático y el óseo.
El tejido muscular  se caracteriza por células musculares, especializadas en la contracción, que es llevada a cabo por ensambles de dos proteínas, la actina y la miosina. En el músculo estriado, que incluye al músculo esquelético y al cardíaco, estos ensambles forman un patrón en bandas, visible bajo el microscopio. En el músculo liso no se observa un patrón de este tipo. (Ver figura 2)
Los músculos esqueléticos    están formados por células muy largas, cada una con muchos núcleos. El tejido tiene un aspecto estriado.
El músculo cardíaco puede ser considerado mixto.
El músculo liso está formado por largas células fusiformes. A diferencia del músculo esquelético, cada célula muscular lisa posee un solo núcleo.

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