jueves, 18 de agosto de 2016

ARROZ Y SU MORFOLOGÍA

ARROZ 


ORIGEN.
El cultivo del arroz comenzó hace casi 10.000 años, en muchas regiones húmedas de Asia tropical y subtropical. Posiblemente sea la India el país donde se cultivó por primera vez el arroz debido a que en ella abundaban los arroces silvestres. Pero el desarrollo del cultivo tuvo lugar en China, desde sus tierras bajas a sus tierras altas. Probablemente hubo varias rutas por las cuales se introdujeron los arroces de Asia a otras partes del mundo.

MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA

El arroz (Oryza sativa) es una monocotiledónea perteneciente a la familia Poaceae.
-Raíces: las raíces son delgadas, fibrosas y fasciculadas. Posee dos tipos de raíces: seminales, que se originan de la radícula y son de naturaleza temporal y las raíces adventicias secundarias, que tienen una libre ramificación y se forman a partir de los nudos inferiores del tallo joven. Estas últimas sustituyen a las raíces seminales.
-Tallo: el tallo se forma de nudos y entrenudos alternados, siendo cilíndrico, nudoso, glabro y de 60-120 cm. de longitud.
-Hojas: las hojas son alternas, envainadoras, con el limbo lineal, agudo, largo y plano. En el punto de reunión de la vaina y el limbo se encuentra una lígula membranosa, bífida y erguida que presenta en el borde inferior una serie de cirros largos y sedosos.

-Flores: son de color verde blanquecino dispuestas en espiguillas cuyo conjunto constituye una panoja grande, terminal, estrecha y colgante después de la floración.
-Inflorescencia: es una panícula determinada que se localiza sobre el vástago terminal, siendo una espiguilla la unidad de la panícula, y consiste en dos lemmas estériles, la raquilla y el flósculo.
-Grano: el grano de arroz es el ovario maduro. El grano descascarado de arroz (cariópside) con el pericarpio pardusco se conoce como arroz café; el grano de arroz sin cáscara con un pericarpio rojo, es el arroz rojo.

Adaptación del arroz a los suelos inundados.

Los suelos inundados ofrecen un ambiente único para el crecimiento y nutrición del arroz, pues la zona que rodea al sistema radicular, se caracteriza por la falta de oxígeno. Por tanto para evitar la asfixia radicular, la planta de arroz posee unos tejidos especiales, unos espacios de aire bien desarrollados en la lámina de la hoja, en la vaina, en el tallo y en las raíces, que forman un sistema muy eficiente para el paso de aire.


El aire se introduce en la planta a través de los estomas y de las vainas de las hojas, desplazándose hacia la base de la planta. El oxígeno es suministrado a los tejidos junto con el paso del aire, moviéndose hacia el interior de las raíces, donde es utilizado en la respiración. Finalmente, el aire sale de las raíces y se difunde en el suelo que las rodea, creando una interfase de oxidación-reducción.

TIPOS DE RIEGOS EN LA AGRICULTURA

Tipos de riego



Con esta palabra se designa al procedimiento por el cual se aplica agua a una plantación, ayudando de esta manera al desarrollo óptimo de la misma.
Existen tres métodos de riego:

RIEGO POR ASPERSIÓN: este tipo de riego se caracteriza porque el agua alcanza a las plantaciones por medio de una lluvia restringida a cierto sector.
El riego por aspersión puede ser llevado a cabo en terrenos poco uniformes, colinares, con pendientes, etc. y se suele utilizar en la mayor parte de cultivos y suelos.
A través de una dosificación adecuada es posible emplearlo para regar en cantidades tanto menores como abundantes. Además no es necesario que el individuo encargado de realizar el riego posea alguna habilidad específica.

RIEGO POR SURCOS: el riego por surcos tiene la particularidad de que el agua empleada se desplaza por los cultivos a través de gravitación. Es decir, el agua recorre la pendiente y, en consecuencia, no es necesaria la utilización de otro tipo de energía para que se movilice.
Es importante tener en cuenta que la calidad del riego estará sujeta a la sistematización del área en cuestión. Esta debe ser diseñada apropiada y convenientemente.
Hay que tener en cuenta que las superficies colinares no son adecuadas debido al gran desnivel del terreno.
En esta clase de riego, las hojas y demás partes externas de la planta no están en contacto con el agua.

RIEGO POR GOTEO: el riego por goteo es una técnica puesta en práctica en aquellas zonas de aridez, debido a que promueve la utilización eficaz de abonos y agua.

El riego por goteo consiste en la aplicación de agua a las plantaciones través de la infiltración de la misma en sus raíces. Este procedimiento se logra a partir de un sistema de conductos y goteros. Suele aumentar la producción y lograr un ahorro de agua.

ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS DE PEPINO

Origen y generalidades del Pepino

Aunque su origen se sitúa a veces en la India donde su cultivo es antiquísimo, parece ser que es originario del África tropical. Fue conocido desde hace muchos años por los egipcios.
Los griegos y romanos ya lo cultivaban de manera curiosa. Se desarrollaba en unos cajones móviles y protegidos, a modo de sistema forzado. Cuando Colón lo llevó a América se encontró que existía una variedad próxima, el pepino antillano.
La principal utilización que recibe el pepino es para utilizarlo en ensaladas, ya que posee un gran poder refrescante, sin embargo, el valor nutritivo de su fruto no es importante. También se utiliza en determinadas ocasiones para encurtidos.
De las semillas se puede extraer una gran cantidad de aceites comestibles. Además en Indonesia se consumen sus hojas hervidas a modo de espinacas.

Caracteres fisiológicos del Pepino

Normalmente es una planta monoica, aunque debido a la selección genética se han obtenidos cultivares en que la mayoría de flores son femeninas.

En general, las flores de los primeros nudos son masculinas y a continuación aparecen las femeninas que luego son las predominantes. En principio las yemas son potencialmente bisexuales, y con el tiempo la planta las diferencia en función de las condiciones, genotipo, y del equilibrio hormonal entre auxinas y giberelinas. Además se puede influir sobre el sexo de las flores mediante la aplicación de sustancias como etefón.
El etefón también se puede utilizar para aumentar la precocidad y el rendimiento del pepino.
La fructificación de las flores mediante polen de las flores masculinas en algunas ocasiones origina frutos deformados de la base que tienen una comercialización difícil. Por esta razón han evolucionado las técnicas de obtención de frutos pantenocárpicos
Estas técnicas de fructificación por pantenocarpia, además de incidir sobre la investigación y mejora de variedades, ha ido estudiando diversas sustancias que provocan este fenómeno.
Además la temperatura y la humedad también juegan un papel importante a la hora de que se produzca la pantenocarpia.

Se desarrollan mejor en suelos de tipo medio y ligeramente arcilloso. Además es una planta tolerante a la acidez.

TAXONOMÍA DEL PEPINO Y SU MORFOLOGÍA

PEPINO

TAXONOMÍA DEL PEPINO


El pepino holandés es una planta anual con un porte herbáceo, su clasificación taxonómica es la siguiente:
Orden: Cucurbitales
Familia: Cucurbitáceas
Género: Cucumis
Especie: Cucumis sativos

MORFOLOGÍA


 El pepino es una planta herbácea anual, trepadora de tronco ampliamente ramificado que alcanza normalmente un par de metros. Sus hojas son alternas alrededor de las ramas y en la parte opuesta posee zarcillos. Las hojas presentan un peciolo largo y son de forma palmado lobuladas, divididas en cinco a siete lóbulos, de los cuales el central es siempre más grande y están cubiertas de vellosidades rígidas negras o blancas.

Propiedades nutritivas y salud

Los pepinos, al igual que otras verduras y hortalizas, presenta un elevado nivel de agua en su composición, cercano al 90%, así como bajos aportes calóricos por su escaso contenido en hidratos de carbono, por lo que resulta un alimento ideal en dietas que regulan el peso, combinando con numerosas verduras en la elaboración de frescas ensaladas veraniegas.
Entre las sustancias que pueden resultar beneficiosas para el organismo se encuentran una gran cantidad de fibra, así como vitaminas de los grupos C, A, E y B. Estas resultan esenciales para la vista, el perfecto estado de la piel, el pelo, las mucosas o los huesos, además del regular funcionamiento del sistema inmunológico, la producción de glóbulos rojos y blancos o la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. En concreto, la vitamina E interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y la fertilidad; la vitamina C posee acción antioxidante, colaborando en la creación del colágeno, huesos, dientes, aumentando la resistencia a infecciones y absorción de hierro.
Minerales como el potasio, fósforo y magnesio igualmente están presentes en la composición de los pepinos, aunque en menor cantidad que en otras hortalizas. Sus propiedades resultan necesarias para la transmisión y generación del impulso nervioso, la actividad muscular o el equilibrio del agua en la célula. A su vez, la riqueza en potasio y las cifras pobres en sodio le confieren acción diurética, depurativa para el organismo, favoreciendo las dolencias que conlleva la hipertensión, gota, cálculos renales retención de líquidos y oliguria. Especialmente el magnesio interviene en el funcionamiento del intestino ya que posee un suave efecto laxante.
Existe una sustancia en la composición del pepino, el beta-sitoterol, que le proporciona acción antiinflamatoria, hipoglucemiante y favorece las defensas del ser humano, por lo que resultan recomendables en pacientes con artritis reumatoide, diabetes o hiperplasia benigna de la próstata.
La gran cantidad de agua, vitamina E y aceites esenciales que componen el pepino le confieren la propiedad de resultar uno de los remedios más utilizados en cosmética para el cuidado externo de la piel, especialmente en casos de quemaduras, dermatitis, congelaciones, acné, e incluso retrasa y reduce la aparición de arrugas.

Concepto de Pepino y Variedades

Pepino

El pepino es el fruto de una planta herbácea cuyo nombre botánico es Cucumis ssp. y pertenece a la familia de las Cucurbitáceas, al igual que frutas como la sandía o el melón y otras hortalizas como la calabaza y el calabacín. Posee forma alargada que se torna redondeada en sus dos extremos, por norma general alcanza los 15-25 cm de longitud y 5 de diámetro (a excepción de los pepinillos que se consumen encurtidos y llegan como máximo a los 15 cm de longitud). Su peso suele oscilar entre los 30 y los 200 gramos, dependiendo de la variedad. De piel verde con ligeros tonos amarillentos en sus extremos, contiene una carne o pulpa blanquecina en cuyo centro se encuentran las semillas. Destaca en alimentación como un producto fresco, de sabor algo insípido (similar a los melones no maduros) pero que combina a la perfección con innumerables ensaladas elaboradas a base de ingredientes de la huerta o el campo.

Variedades

Existen varios factores que determinan la clasificación de variedades de pepino aunque el más generalizado hace mención a su forma y tamaño, destacando:
Pepinos cortos o pepinillos (tipo español). El tamaño es inferior a 15 cm. presentan tonos verdes con rayas amarillentas-blancas. Son muy utilizados para la elaboración de encurtidos.
Medio largo (tipo francés). Alcanzan los 20-25 cm, su piel puede contener espinas o ser lisa.

Largo (tipo holandés). De 25 cm de longitud con piel lisa que puede mostrar algunos surcos.

domingo, 14 de agosto de 2016

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA

Origen y evolución de la agricultura

1. Origen de la agricultura. En principio la humanidad vivía de la pesca, cacería y recolección de frutos, pero hace alrededor de 10,000 años el hombre comenzó a cultivar la tierra, porque lo que se venía haciendo no era suficiente para alimentar la población que iba creciendo.
El inicio de la agricultura fue en el Medio Oriente y el Mediterráneo. Las investigaciones revelan que el trigo y la cebada comenzaron a cultivarse en Siria, incluyendo la Mesopotamia entre los ríos Tigre y Éufrates y se extendía, pasando por el Líbano e Israel hasta el Valle del Nilo, según las pruebas a carbón 14.
En el Antiguo Testamento, en el génesis, hay un pasaje donde José, hijo de Jacob, fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes, quienes lo negociaron a un egipcio. El Faraón tuvo un sueño sobre 7 vacas flacas y 7 gordas, José, que era inteligente supo armar el sueño; entonces el Faraón lo nombró jefe de producción, comenzando así el almacenamiento en silos.
El trigo era el alimento básico en esa época, pero se presentó una gran hambruna en el Medio Oriente, llegando así los judíos a Egipto. Del Mediterráneo pasó a Europa, que en esa época estaba dominada por los celtas.
En Asia, China comenzó a producirse arroz y soya. En América se inició la explotación agrícola en Mesoamérica en los pueblos Aztecas y Mayas; sembrando maíz, frijoles, cacao, yuca, piña, y los Incas con las papas.
Así comenzó el desarrollo de la agricultura, que tuvo su gran impulso con el desarrollo del arado de vertedera, tirado por caballos y bueyes, a finales del siglo XIX. Se podría afirmar que es la actividad económica más antigua y seguirá vigente hasta que exista el mundo.
Con el descubrimiento de América se conocieron nuevos horizontes, con los nuevos productos a Europa, como el cacao, maíz, tabaco, frijoles, piña, papaya, aguacate, etcétera.
2. Evolución de la agricultura. El desarrollo tecnológico ha sido lento al agro, pero constante. Las tecnologías e innovaciones son la base de la agricultura moderna. Así se echó a un lado la teoría Maltusiana, la cual indica que la población crece en forma geométrica y la agricultura de manera aritmética.
El desarrollo tecnológico en EEUU y Europa y la teoría de Adam Smith con la ventaja absoluta, y David Ricardo con las ventajas comparativas, contribuyeron para que hoy se hable de alta productividad; fortalecidas estas teorías con las ventajas competitivas del Dr. Michael Porter de la Universidad de Harvard.
Según el sabio romano Marco Tulio Cicerón “La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al ignorante y la ocupación más digna para todo hombre libre”.
De acuerdo a los niveles de producción:

·         De subsistencia: en este caso, las actividades de cultivo se limitan a obtener alimentos para el consumo acotado, es decir, para aquel que sea el propietario de la tierra, y su familia. Esto significa que los niveles de producción son bajos, ya sea porque el terreno es pequeño, o bien, porque no se cuente con la suficiente tecnología o mano de obra como para incrementar la producción. En algunos casos, de todas formas, puede ocurrir que se cultive algo más de lo que se consuma, lo que permite intercambiar el excedente por otros productos de primera necesidad o bien, venderlos. Esto siempre dependerá del clima, por lo que resulta difícil de prever y puede variar de año en año. Los productores de esta modalidad se limitan al cultivo de varias frutas y verduras que sean estacionales o de ciclo corto.
·         Industrializada: en este caso, a diferencia del anterior, la producción de cultivos resulta masiva, puesto que el principal objetivo de los propietarios es la comercialización a fin de obtener ganancias. Para que esto sea rentable, es necesario limitar la producción a un único producto, o a unos pocos, por lo que se suele hablar de “monoproductores”. Esta forma de practicar la agricultura requiere inversiones importantes, mano de obra especializada, tecnología de avanzada y grandes extensiones de tierra. Además de esto, se debe contar con una logística que se encargue de distribuir los productos, para que así estos no se echen a perder, y de lugares donde se puedan almacenar previamente.
De acuerdo al uso del agua que se haga:

·         De regadío: esta variante dentro de la agricultura se caracteriza por hacer uso de un sistema de riego que le suministre el agua necesaria para que los vegetales se desarrollen de manera adecuada y así garantizar la rentabilidad de la producción. Los sistemas de riesgo suelen ser muy costosos, por lo que este tipo de agricultura implica importantes inversiones en tecnología, energía, mano de obra especializada y mantenimiento. Algunos de los sistemas de riego más utilizados son: por aspersión, por canales, por drenaje, riego localizado, por surcos o bien, por inundación. Ésta última es la más utilizada de todas por su eficiencia y porque no se ubica dentro de las más costosas. De todas formas, el riego por aspersión está volviéndose cada vez una opción más elegida por los productores puesto que, si bien resulta bastante costosa, es sumamente eficiente.
·         De secano: en este caso, los productores no instalan ni se valen de ningún sistema de riego, como ocurre en la práctica anterior. A diferencia de esto, los productores dependen de la lluvia para el riego de sus plantaciones. En algunos casos, esta variante es algo arriesgada puesto que existe la posibilidad de padecer largos períodos de sequía que pueden perjudicar o incluso arruinar una cosecha. De todas formas, en ciertos cultivos, como el de cereales, uvas, hortícolas, frutas o legumbres, la lluvia es la mejor opción para su correcto desarrollo.
Tomando en cuenta el rendimiento que espere el productor, se identifican las siguientes variantes:

·         Extensiva: en este caso, los productores intentan respetar al máximo las condiciones naturales en las que se desarrollan los vegetales. En este intento de respetar dichas condiciones, se deja de lado la maximización de la producción en el corto plazo. Por lo general, esta agricultura se desarrolla en extensiones de tierras significativas y alejadas de las zonas urbanas. Por sus cualidades, la agricultura extensiva suele ser menos costosa que otras variantes, ya que no requiere demasiada tecnología, mano de obra ni energía. Además de esto, el territorio en el que se desarrolla suele ser económico, lo que lo vuelve una opción atractiva para los productores. Otro detalle importante es que no se hace uso de productos químicos para el desarrollo de los vegetales, por lo que algunos especialistas la consideran una actividad ecológica, cuyos productos son de elevada calidad.
·         Intensiva: esta variante, en cambio, busca intensificar al máximo el uso de todos los recursos que se requieren para poder llevar adelante el cultivo de los vegetales. Esto incluye el suelo, la mano de obra, la tecnología, la capitalización y los insumos. El objetivo de estos productores es destinar sus cultivos a las zonas urbanas para que allí sean vendidas, por lo que sus terrenos se ubican cerca de las mismas. Esto hace que se deba maximizar el suelo para así producir cantidades significativas en un espacio acotado. Su objetivo hace que muchas veces los productores se limiten a cultivar un único producto, por lo que suelen ser denominados “monoproductores”. Para que todo esto sea posible, la tierra en la que se desempeñe la producción debe ser rica en nutrientes, para que sea rendidora. Esto hace que los suelos que se usen sean bastante más costosos que los que se requiere en la agricultura extensiva. Sumado a esto, la agricultura intensiva precisa enormes cantidades de energía, lo que también encarece los costos. Lo mismo ocurre con la mano de obra, puesto que es necesario un gran número de personas con conocimientos técnicos. La utilización de químicos y plaguicidas es otra constante en este tipo de agricultura, lo que aleja a esta actividad de ser catalogada como ecológica.




Por último, de acuerdo a su tratamiento, la agricultura puede ser clasificada de la siguiente manera:

·         Ecológica: en este caso, los productores no hacen uso de químicos, plaguicidas, abono ni ninguna otra sustancia que modifique las propiedades naturales de los vegetales que se cultivan. Además, de esto, la agricultura ecológica se caracteriza por no contaminar ni perjudicar al medioambiente. Esta actividad se define por precisar poca inversión inicial, sino que se vale del uso intensivo de la mano de obra, lo que la vuelve una opción económica. Algo a lo que aspiran los productores es a no agotar los nutrientes del suelo, por lo que el reciclaje de los desechos orgánicos se vuelve una práctica muy común.
·         Permacultura: esta práctica se caracteriza por tener entre sus principales prioridades el cuidado y preservación del medioambiente ya que se tienen en cuenta las generaciones futuras. Para esto, se hace un uso responsable de la energía, el diseño de los paisajes, a la par de la producción de los alimentos. En la permacultura, la ética es fundamental y ésta persigue tres principios, que son limitar la producción y el número de habitantes por terreno, cuidar a los seres humanos y proteger al suelo. Una constante en la permacultura es utilizar la menor cantidad de energía posible y reciclar todos los residuos orgánicos que se pueda.
·         Sinérgica: esta variante es considerada un complemento de la permacultura que busca sanar los daños ocasionados por la utilización de sintéticos y químicos comúnmente utilizados en las actividades agrícolas. Para ello, se intenta mantener el suelo con sus nutrientes naturales y en un “estado salvaje”, lo cual es posible cumpliendo los siguientes puntos: el suelo no debe ser comprimido; no se debe hacer uso de ningún químico; la tierra debe autofertilizarse, por lo que tampoco se recurre al uso de abono para la fertilización y, por último, la tierra no debe ser arada.
·         Biodinámica: los agricultores que aplican esta práctica interpretan al suelo en donde cultivan como un sistema complejo. Esto significa que consideran la existencia de un desarrollo equilibrado e interrelacionado entre el suelo, los vegetales y los animales que forman parte de un mismo hábitat. A raíz de esto, se interpreta que existe una autonutrición entre sus miembros, en la que es prácticamente innecesaria la intervención de la mano de obra del hombre para su desarrollo. Es por esto que se aspira a la ausencia del ser humano en el proceso, siempre que esto sea posible. Lo que sí utilizan los productores es abono, aunque se trata de uno orgánico, compuesto por distintas hierbas y troncos.

·         Bosque de alimentos: en este caso, se buscan producir alimentos agroforestales que requieran poco mantenimiento. En estos se cultivan árboles de frutos secos, arbustos, árboles frutales, enredaderas y vegetales perennes, entre otras opciones. Con el objetivo de convertir al terreno en boscoso, se suele realizar una siembra intercalada para que se generen varias capas que sean sucesivas entre sí.

LOS VEGETALES Y EL SUELO

Los vegetales y el suelo
El suelo consta de capas u horizontes. La cantidad y el espesor de cada una de ellas dependen de sus características y de su evolución.
Las plantas necesitan del suelo para alimentarse y como medio de sostén. El suelo puede sufrir alteraciones en su composición o su estructura debido al agua y el viento. Ese desgaste, llamado erosión, suele ser de consecuencias más graves cuando el terreno no cuenta con árboles que le sirvan de protección y cuando el hombre lo somete a una continua explotación, sin variar los tipos de cultivo. En tales casos, es la capa fértil del suelo la que se empobrece.
Para evitar los problemas derivados del cultivo intensivo, los agricultores rotan los cultivos -alternando año tras año las especies que se siembran en un terreno- y abonan la tierra con fertilizantes químicos, para renovar los nutrientes perdidos. Pero en el caso de los fertilizantes debe evaluarse detenidamente su acción antes de aplicarlos, pues muchas veces contienen elementos tóxicos, contaminan las napas de agua y matan microorganismos y pequeños animales, dañando incluso a los mismos vegetales que después consumirá el hombre.
Existe otra forma de recuperar el terreno, que es el empleo de fertilizantes orgánicos (compost, estiércol, ciertos residuos degradables, etc.). Estos elementos se emplean en la producción orgánica de verduras y hortalizas.
La composición del suelo
En sí, el suelo es una delgada capa de la corteza terrestre, modificada por diversos agentes climáticos y por la acción de distintos organismos. Está constituido por partículas minerales, materia orgánica, agua y aire.
En un corte vertical, se observa que el suelo se dispone en capas superpuestas llamadas horizontes. Esas capas se conocen como horizonte 0, horizonte A, horizonte B y horizonte C y pueden presentar subdivisiones.
El horizonte 0 es rico en materia orgánica que se va desintegrando gradualmente, como tallos y hojas muertas. Es común en pastizales y bosques, pero no aparece en los suelos desérticos.
El horizonte A o suelo vegetal, es oscuro y rico en humus. El humus es materia orgánica descompuesta o en descomposición. Su color va del marrón oscuro al negro, por lo que se lo conoce también como tierra negra. Su textura es granular; en áreas con precipitaciones abundantes puede perder gran parte de sus nutrientes.
El horizonte B es una capa de color claro donde se acumulan minerales escurridos de las dos capas superiores. Es rico en compuestos de hierro, aluminio y arcilla.
Bajo esta capa de minerales está el horizonte C, que contiene fragmentos de roca y se ubica fuera del alcance de la mayor parte de las raíces. Puede estar saturado total o parcialmente de agua subterránea.
Por debajo de esos horizontes está la roca madre o material original del suelo, es decir, antes de sufrir modificaciones.
El pH del suelo
Se conoce como acidez o pH -potencial de hidrógeno- del suelo a la escala numérica que permite medir la concentración de iones de hidrógeno. Los iones son agrupamientos de átomos con carga eléctrica que pueden otorgar a las soluciones químicas la propiedad de ser buenas conductoras de la electricidad. La escala de pH, que va de 0 a 14, sirve para calcular determinadas características de los suelos.
Desde el punto de vista químico, todas las sustancias son necesariamente ácidas o alcalinas, y las propiedades de uno y otro son opuestas. El suelo con pH 7 es neutro, entre ácido y alcalino; el inferior a 7 es ácido, y el superior, alcalino. Todos los tipos de suelos pueden resultar aptos para algunos vegetales pero no para otros.
La relación entre las plantas y el pH del suelo es, en realidad, una interacción. Por un lado, el grado del pH influye sobre las plantas y otros organismos que hay en el suelo; por otro, el pH es influido por esos seres vivos. La solubilidad -capacidad de una sustancia para disolverse- de los minerales, por ejemplo, varía en función del pH.
La importancia del pH para la planta radica en que ésta sólo puede absorber los minerales solubles, no los insolubles. Si el pH de un determinado suelo es reducido, ciertos minerales, como el aluminio o el manganeso, se vuelven tan solubles que pueden ser tóxicos para el vegetal. El fosfato de calcio, por ejemplo, es menos soluble en suelos con pH alto.
En cuanto a la influencia de la propia planta sobre el pH puede ser ejemplificada con el caso de las coníferas. Las hojas de esos árboles (agujas) son ricas en ácidos. Cuando las agujas caen al suelo y se descomponen, las sustancias ácidas que contienen penetran en el terreno y lo acidifican.
Tipos de suelo
En función del volumen, los dos componentes más comunes del suelo son la arena y la arcilla. Es común que se encuentre un elevado porcentaje de arena, una proporción menor de arcilla, de sustancias calcáreas y de humus o materia orgánica. Al variar las proporciones de cada componente los suelos pueden ser más livianos o arenosos, más pesados o arcillosos, calcáreos y gumíferos.
El suelo, en su proporción ideal, debe estar compuesto por partículas de variados tamaños, con abundante humus para retener el agua y suministrar alimento a las plantas. Estas particularidades hacen fundamental la presencia de humus, para que el suelo sea el adecuado y facilite las labores agrícolas.
Hay suelos que no son esencialmente arcillosos ni arenosos. Las partículas que los componen se aglomeran entre sí, y esa estructura les confiere el mismo valor positivo que el del humus: la fertilidad.
Los suelos con gran cantidad de partículas arcillosas resultan duros, lo que dificulta la agricultura.
Además, como no tienen buen drenaje suelen permanecer anegados, y no arrastran sales minerales. Debido a que retienen el agua, las plantas que tienen asegurada buena provisión de humedad para sus raíces a veces pueden sufrir la falta de oxígeno.
Los suelos arenosos, en cambio, tienen buena aireación y drenaje, pero pierden rápidamente los minerales, que se filtran hacia el subsuelo.
Otro tipo de suelo es el formado por rocas calizas. Su principal componente, el carbonato de calcio, es soluble en agua. Eso hace que los suelos no sean precisamente consistentes. Su profundidad es escasa y son muy alcalinas. Sin embargo, suelen tornarse ácidos cuando el calcio termina por filtrarse y desaparecer, disuelto por el agua de la lluvia.
Cada planta en el suelo adecuado
Las sustancias más necesarias para el desarrollo de los vegetales son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. El nitrógeno favorece el crecimiento de las hojas, que es rápido cuando el suelo lo contiene en cantidad suficiente, y dificultoso cuando escasea; su presencia en exceso provoca un crecimiento exuberante de la parte verde de la planta, que resulta débil. El fosfato actúa sobre la raíz y los frutos, y cuando su presencia es excesiva la hace madurar prematuramente. El potasio estimula el crecimiento de la planta y su resistencia a sequías, enfermedades y temperaturas extremas.
En los suelos pobres en nitrógeno pueden desarrollarse las plantas carnívoras. Estos vegetales se alimentan de insectos. Crecen en terrenos pantanosos y turberas que son depósitos naturales de turba, un carbón mineral de escaso valor calórico y elevada acidez.





ANÁLISIS DE SUELO

  Contenido de nutrientes minerales del suelo 
TODAS LAS PLANTAS necesitan tomar del suelo 13 elementos minerales. Son los nutrientes minerales esenciales. De tal manera que si en un suelo no hubiese nada, cero gramos, de cualquiera de ellos, la planta moriría, puesto todos son imprescindibles


Afortunadamente, en los suelos siempre hay de todo, por lo menos algo, aunque en unos más que en otros. No obstante, se pueden presentar carencias. Un ejemplo muy típico es el del Hierro (Fe). En suelos de pH alto, es decir alcalinos (calizos) es frecuente que falte el Hierro que se encuentra insolubilizado, es decir, se encuentra como mineral que no puede ser tomado por las raíces. En plantas que son sensibles a la carencia de hierro la consecuencia de esto es que se vuelven las hojas amarillas. Por ejemplo una Azalea, una Hortensia, un Naranjo, un Roble, etc. plantados en estos suelos sufrirán clorosis férrica.

Los 13 elementos esenciales son los siguientes:

MACRONUTRIENTES

Estos los toma en grandes cantidades, sobre todo los 3 primeros.

- Nitrógeno ( N )
- Fósforo ( P )
- Potasio ( K )
- Calcio ( Ca )
- Magnesio ( Mg )
- Azufre ( S )


MICRONUTRIENTES U OLIGOELEMENTOS

Estos los toman las plantas en pequeñísimas cantidades.

- Hierro ( Fe )
- Zinc ( Zn )
- Manganeso ( Mn )
- Boro ( B )
- Cobre ( Cu )
- Molibdeno ( Mo )
- Cloro ( Cl )

Micronutrientes

Consideramos micronutrientes a los elementos esenciales cuya concentración en planta es menor a 0.1% en peso seco. Actualmente se consideran micronutrientes a los siguientes elementos:HierroManganesoZincCobreBoroMolibdenoCloroNíquel.

Los micronutrientes presentan dos características generales que les diferencian de los macronutrientes:
  1. El orden de magnitud de las concentraciones de micronutrientes en los tejidos vegetales es significativamente inferior a los de los macronutrientes.
  2. Los micronutrientes no participan en procesos que dependen de concentración, como los osmóticos, pH, antagonismo catiónico...Una excepción es el cloro que puede tener un papel osmótico. Tampoco suelen desempeñar funciones estructurales, a excepción del boro en la pared celular.
Los micronutrientes metálicos (Fe, Mn, Zn, Cu, Mo, Ni) tienen algunas características en común:
- Son metales de transición, con el orbital 3d sin completar y en el caso del molibdeno, el 4d, que pueden participar en la formación del enlace metálico, y tienden a dar cationes en condiciones ambientales.
- Son menos electropositivos que alcalinos y alcalinotérreos aunque se comportan también como ácidos de Lewis (aceptan pares de electrones). Por tanto, pueden formar complejos con Bases de Lewis o ligandos.
Las funciones de los micronutrientes metálicos en planta son más bien metabólicas, participando en la regulación enzimática, formando parte constitutiva de la enzima o actuando como coenzima, o en funciones redox.


La fertilidad del suelo (V)
Parámetros químicos: Principales nutrientes del suelo (II).
Habíamos descrito las propiedades de los macronutrientes en nuestro último artículo de interés dentro de la serie de artículos sobre la fertilidad del suelo. Nos faltaba incluir un artículo sobre los micronutrientes.
Los micronutrientes son tan importantes como los macronutrientes porque, aunque los requerimientos por parte de las plantas de cada uno de ellos es menor, son esenciales para la actividad biológica correcta y la carencia de alguno de ellos tiene consecuencias negativas directas en el desarrollo de los cultivos. Los micronutrientes más importantes son el Hierro (Fe), Zinc (Zn), Manganeso (Mn), Boro (B), Cobre (Cu), Molibdeno (Mo), Cloro (Cl). Trataremos ahora de entender por qué son tan importantes para nuestros cultivos y necesarios en el suelo.
El Hierro (Fe) participa en las reacciones enzimáticas de las plantas. Tiene especial importancia en la síntesis de clorofila para la fotosíntesis, pero participa en muchas otras reacciones enzimáticas. Forma parte de la Fitoferritina de los cloroplastos, siendo la proteína de reserva de hierro más importante. Con la ausencia de hierro o imposibilidad de que pueda absorberse en la raíz (con pH alcalinos) se produce una clorosis progresiva, desde las hojas jóvenes a las más viejas, hasta que ocurre la caída de las hojas.
El Zinc (Zn) forma parte de una enzima importantísima, la RNA polimerasa. Esta enzima es vital en la síntesis de proteínas. Con otras enzimas también colabora, en la glicolisis y en la fotosíntesis. Da estabilidad en los ribosomas, lugar de la síntesis proteica. Forma parte de la síntesis del ácido indol 3 acético que posteriormente regulará el crecimiento de la planta por su actividad auxínica. Y su presencia es importante en la asimilación de amonios. Con ausencia de zinc, las hojas se quedan pequeñas y arrosetadas y las puntas blancas. La planta se queda enana. Los brotes jóvenes de frutales se mueren y las hojas antes de su marchitez.
El Manganeso (Mn) también influye directamente en la fotosíntesis, al igual que el zinc, porque participa en la síntesis de los cloroplastos. También es fundamental en la síntesis de ácidos grasos. Reduce la presencia de nitratos en las plantas. Fomenta el desarrollo de nuevas raíces laterales. Aumentan la concentración de ácido cítrico y vitamina C en los frutos, hojas y tubérculos. Con ausencia de manganeso aparecen clorosis entre las venas de las hojas medias y jóvenes. Disminuye el crecimiento y el desarrollo de raíces laterales.
El Boro (B) mejora la estabilidad de la pared celular vegetal y su funcionamiento. Participa en la síntesis de sacarosa, almidón y correcta regulación del funcionamiento del floema. Regula la formación de RNA, con lo cual regula la síntesis de proteínas. Y fomenta el crecimiento por favorecer la división celular. Las carencias de boro repercuten en un crecimiento lento en los ápices jóvenes. Marchitez de hojas y raíces. Aumenta el número de yemas axilares. Fragilidad general de la plantas. Aborto de frutos. Afecta la relación simbiótica en las leguminosas de forma negativa.
El Cobre (Cu) junto con el Magnesio (Mg) toma los radicales libres de oxígeno para hacerlos inofensivos para la planta. Participa en la formación de lignina, vitamina A y en todo el metabolismo de los carbohidratos y el transporte electro-fotosintético. Es decir, participa en actividades catalíticas importantes de la planta formando parte de las enzimas. Con el cobre, el Molibdeno (Mo) es menos tóxico. Las hojas no son turgentes y es vital en la relación simbiótica con leguminosas en la fijación del nitrógeno atmosférico. Cuando la planta esta carente de cobre, las hojas jóvenes se emblanquecen y se enrollan hasta que mueren, especialmente en cereales.
El Molibdeno (Mo) es un elemento del que sólo se necesita 1 mg al año. Pero es vital para síntesis de aminoácidos por las bacterias del suelo, que fijarán el nitrógeno. Sin el molibdeno aparecerá clorosis en las hojas, la producción de la planta baja y esto se magnifica si, además, también hay carencia de nitrógeno.
Por último el Cloro (Cl) absorbido en su forma iónica de cloruro. Participa en la fotolisis del agua y muy importante en la función de los estomas, participa con enzimas en reacciones y su presencia en la planta es una ventaja ante enfermedades. Los frutos son de mejor sabor y mayor tamaño, siendo más resistentes al ataque de plangas y daños. La carencía de cloro produce marchitez y clorosis, aunque es una deficiencia muy rara.
Con esto, ya  podemos entender que las plantas necesitan tanto macronutrientes como micronutrientes. El control de todos los elementos, muchas veces nos resulta complicado y determinar la deficiencia a partir de la apariencia de la planta, puede ser difícil si no se tienen conocimientos más específicos sobre nutrición vegetal. Yo aconsejo conocer bien el suelo o sustrato que se utiliza para cultivar. Realizar análisis de suelos una vez al año o cada dos y conocer bien la demanda del cultivo que se pretende producir, para saber qué nutrientes se extraerán y habrá que aportar más regularmente, así como los que se extraen en menor proporción y debemos controlar que el exceso no produzca toxicidad.
Las plantas nos hablan, a su manera, nosotros debemos prestarles atención y entender lo que nos quieren decir.

La fertilidad del suelo (IV): Los Macronutrientes y Micronutrientes
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La fertilidad del suelo (IV)

Parámetros químicos: Principales nutrientes del suelo (I)

La cantidad de nutrientes que contiene el suelo va a determinar el potencial que tiene este para alimentar los cultivos que se desarrollarán sobre él. El hecho de cultivar hace que se agoten los nutrientes del suelo que pasan a formar parte de las plantas. Por eso es necesario fertilizar el suelo, para reponer los nutrientes que han sido extraídos.

Se suelen clasificar los nutrientes en Macro y Micronutrientes bajo un criterio de cantidad que precisan los cultivos de cada uno de ellos y su presencia en las plantas, pero no debemos pensar que los micronutrientes, por necesitar menos cantidad, son menos importantes para el desarrollo correcto de los cultivos. Las deficiencias en micronutrientes se tienen poco en cuenta, por el contrario, se presta más atención a los macronutrientes NPK (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), dando como resultado carencias importantes, daños en cosechas, malos desarrollos en los cultivos. De ahí que también se denominen a los micronutrientes como oligoelementos (poca cantidad pero imprescindibles).

Macronutrientes del suelo: Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Calcio (Ca), Magnesio (Mg), Azufre (S).

Micronutrientes del suelo: Hierro (Fe), Zinc (Zn), Manganeso (Mn), Boro (B), Cobre (Cu), Molibdeno (Mo), Cloro (Cl).

En este artículo repasaremos las funciones en los cultivos de los macronutrintes, quedando las de los micronutrientes para un posterior artículo.

Macronutrientes:

Nitrógeno (N): Es el nutriente que favorece el desarrollo de la parte aérea de las plantas y proporciona el color verde a las hojas. Por lo tando las deficiencias en Nitrógeno derivan en cultivos de plantas débiles, pálidas con lo cual la productividad del cultivo queda mermado.

Fósforo (P): Es un nutriente importante por estar implicado en numerosas funciones en las plantas. Podemos destacar, entre todas ellas, que es el componente esencial en las enzimas vegetales implicadas en la transferencia de energía de los procesos metabólicos, presente en los ácidos nucleicos, azúcares y ácido fítico, participa en la fotosíntesis y respiración, es un componente esencial en la membrana celular, favorece el desarrollo radicular, durante la floración favorece la maduración de los frutos, Cuando este es deficiente, la planta es más débil, no crece al mismo ritmo, no desarrolla sus raíces, se retrasa la floración y la maduración de los frutos y las plantas son menos resistentes al frío.

Potasio (P): También es muy importante en el metabolismo de las plantas. Controla la respiración abriendo y cerrando los estomas y actuando sobre los cloroplastos, en la fotosíntesis. Participa en la movilización de los azúcares desde las hojas a zonas de almacenaje (semillas, tubérculos, etc,…). Mejora el sabor de los frutos, aumenta la resistencia de las plantas a enfermedades, parásitos y heladas. Cuando el potasio es deficiente, toda la planta está flácida y las hojas parecen viejas y se amarillean desde los bordes. Las plantas suele romper o partir por culpa de la flacidez y son más propensas a enfermedades.

Calcio (Ca): Es un nutriente necesario para que la planta pueda absorber otros nutrientes. Forma parte de la estructura de la pared celular vegetal. Forma parte de enzimas vegetales y fito hormonas. Favorece la resistencia a altas temperaturas. También mejora la resistencia a enfermedades y afecta a las propiedades organolépticas de los frutos.

Magnesio (Mg): El magnesio participa en todas las reacciones químicas del metabolismo de las plantas, especialmente en los procesos de fosforilación y energía. También forma parte de la pared celular vegetal y ayuda a la acumulación de vitamina C y ácido cítrico, valorado en frutos y verduras.

Azufre (S): Cuando hay azufre, mejoran las funciones del nitrógeno. Vital en la síntesis de proteínas, en las reacciones enzimáticas del metabolismo energético y de ácidos grasos. Componente de la vitamina B1 y forma parte de sustancias que la planta posee como defensa.